O que pode fazer?

Si aún no has consultado a un médico, es fundamental programar una cita lo antes posible. Obtener información sobre la afección de tu ser querido es crucial para aplicar el tratamiento más adecuado. El médico buscará minimizar cualquier malestar y probablemente recomendará el enfoque menos invasivo disponible. Inicialmente, esto puede incluir cambios en el estilo de vida, ejercicios de fisioterapia y consejos médicos. Si estos métodos no son efectivos, el médico podría derivar a tu ser querido a un especialista. Como último recurso, el especialista podría sugerir medicación o cirugía. No te preocupes, con la ayuda de profesionales, podrás apoyar a tu ser querido en el manejo de la incontinencia.

Es natural que tanto tú como tu ser querido os sintáis incómodos al abordar el tema de la incontinencia. Sin embargo, puedes ayudar de muchas maneras. Tu ser querido se sentirá más relajado si logras superar esa incomodidad que representa “invadir su intimidad”. Infórmate bien sobre su afección para comprender por lo que está pasando y así ofrecerle el tipo de apoyo que necesita.

¿Has revisado nuestra sección sobre los tipos de incontinencia? Allí encontrarás descripciones de algunos de los tipos más comunes de incontinencia urinaria, donde seguramente hallarás uno que coincida con la situación de tu ser querido. Los siguientes consejos de profesionales te ayudarán a abordar su tipo específico de incontinencia.

1. Mantén una buena hidratación: Aunque pueda parecer lógico reducir la ingesta de líquidos, esto podría hacer que la orina se concentre y agrave la condición de la vejiga. Recomendamos que tu ser querido beba cuando tenga sed, asegurándose de mantener la orina de un color pajizo pálido. Beber en exceso aumentará la necesidad de ir al baño, por lo que es esencial mantener un equilibrio saludable.
   
   
2. Evita ciertas bebidas: Algunas bebidas, como el té, el café y las bebidas alcohólicas, son diuréticas y aumentan la necesidad de ir al baño. Se pueden consumir ocasionalmente, pero es mejor no abusar de ellas.
   
   
3. Controla el consumo de calorías: El sobrepeso puede debilitar los músculos pélvicos, contribuyendo a la incontinencia. Ayuda a tu ser querido a mantenerse en forma con una dieta saludable y nutritiva, evitando el exceso de calorías.
   
   
4. Anímale a dejar de fumar: Si tu ser querido fuma, intenta persuadirle para que reduzca o abandone el tabaco. Aunque fumar no causa directamente la incontinencia urinaria, la tos que provoca puede ejercer presión sobre la vejiga. Dejar de fumar mejorará su incontinencia y su salud en general.
   
   
5. Fomenta el ejercicio: Si tu ser querido tiene movilidad, anímale a realizar ejercicios del suelo pélvico (también conocidos como ejercicios de Kegel). Estos ejercicios pueden mejorar el control de la vejiga, y estudios indican que hasta el 70% de los casos de incontinencia leve a moderada pueden mejorar o incluso curarse con este método. Es importante hacer los ejercicios correctamente y de forma regular durante tres a seis meses. Nunca es tarde para empezar; incluso personas de 70 u 80 años pueden ver mejoras. Un especialista puede recomendar técnicas como la estimulación eléctrica para ayudar a realizar estos ejercicios correctamente. Infórmate más sobre estos ejercicios.

También conocida como vejiga hiperactiva, esta condición se caracteriza por una necesidad repentina e incontrolable de ir al baño. Aquí tienes algunos consejos para cuidar a tu ser querido:

1. Facilita el acceso al baño: Asegúrate de que el camino hacia el baño esté despejado y sea fácil de recorrer. Si tu ser querido tiene movilidad reducida, asegúrate de que su ropa sea fácil de quitar, sin cierres complicados.
   
   
2. Ayuda con los ejercicios de reentrenamiento de la vejiga: En casos de incontinencia de urgencia, es posible "reentrenar" la vejiga. Anima a tu ser querido a intentar retener mayores cantidades de orina durante más tiempo y a reducir la frecuencia de las visitas al baño. Esto puede ayudar a evitar que la vejiga "exagere" la necesidad de vaciarse cuando está a la mitad de su capacidad. Con el tiempo, este reentrenamiento se vuelve más fácil. Hasta un 50% de las personas con incontinencia de urgencia han encontrado eficaz este método. Los ejercicios de Kegel para fortalecer los músculos pélvicos también pueden ser útiles en algunos casos.

Si tu ser querido no puede llegar al baño a tiempo debido a una incapacidad física o mental, o si tiene dificultades para controlar la vejiga, el médico puede ofrecer ayuda. Sin embargo, incluso si no puede, hay otras medidas que puedes tomar para mejorar su situación. Es fundamental reducir el impacto de cualquier percance utilizando buenos productos para la incontinencia. Los protectores y la ropa interior diseñados específicamente para absorber cualquier escape de orina ayudarán a que tu ser querido se sienta fresco, seco, limpio y cómodo.

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Dependiendo del estado de salud de tu ser querido, el médico o especialista puede recomendar una o varias de las siguientes soluciones:

1. Dispositivos médicos: El médico puede insertar una sonda (un tubo que se conecta a la uretra) con una bolsa portátil para recoger la orina. Esto puede ser una medida temporal, especialmente si la incontinencia es consecuencia de una cirugía de la que tu ser querido se está recuperando. Es posible que tengas que cambiar y limpiar las bolsas de la sonda, una tarea fácil de aprender. Es importante entender que una sonda no es una solución para la incontinencia urinaria, sino para una próstata agrandada o como medida temporal después de una cirugía de próstata.
   
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2. El último recurso: medicación o cirugía: Existen medicamentos que pueden reducir la hiperactividad de la vejiga. Para determinar qué medicamentos son adecuados para la incontinencia de urgencia de tu ser querido, consulta a un especialista, como un urólogo o un uro-ginecólogo.

La cirugía puede ser una opción para tratar la incontinencia, aunque no es lo más común.

¿Qué más puedes hacer para ayudar a un ser querido con incontinencia funcional? Asegúrate de que el camino hacia el baño esté despejado y sea fácil de recorrer. Si tiene movilidad reducida, es conveniente que su ropa sea fácil de quitar, sin cierres complicados.